La Mercantilización de la Cultura: Explorando los Desafíos de la Comercialización en las Diversas Culturas

Introducción

La intersección entre cultura y comercio ha sido un tema de debate y reflexión durante décadas. La mercantilización de la cultura, un fenómeno en el que las expresiones culturales se convierten en productos comercializables, plantea una serie de desafíos y dilemas éticos en un mundo cada vez más globalizado. En este artículo, exploraremos cómo la mercantilización afecta la diversidad cultural, examinando sus implicaciones, manifestaciones y posibles soluciones.




Desarrollo

La mercantilización de la cultura se manifiesta de diversas formas en la sociedad contemporánea. Una de las manifestaciones más evidentes es la apropiación cultural, donde elementos de una cultura son adoptados y explotados comercialmente por individuos o entidades que no pertenecen a esa cultura. Este fenómeno trivializa y descontextualiza las prácticas culturales, convirtiéndolas en meros productos de consumo.

La industria del entretenimiento y los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental en la mercantilización de la cultura. Las películas, la música, la moda y otras formas de expresión cultural son frecuentemente tratadas como mercancías para ser vendidas y consumidas. Las grandes corporaciones dictan las tendencias culturales, promoviendo una homogeneización global que amenaza la diversidad cultural.

La globalización ha intensificado la mercantilización al facilitar la difusión de productos culturales a nivel mundial. Si bien esto puede fomentar la comprensión intercultural, también puede dañar las identidades culturales locales al imponer valores y normas dominantes. Las culturas minoritarias y marginadas son especialmente vulnerables a esta dinámica, ya que sus expresiones culturales son eclipsadas por las producciones mainstream.

La mercantilización también puede distorsionar la autenticidad cultural al priorizar el lucro sobre la preservación de tradiciones y valores. Las prácticas culturales se simplifican y estereotipan para que sean más fácilmente digeribles por el mercado, perdiendo su riqueza y profundidad en el proceso. Esto puede conducir a una pérdida de la conexión emocional y espiritual que las personas tienen con su propia cultura.


Además, la mercantilización puede generar desigualdades económicas al concentrar el control de los recursos culturales en manos de unos pocos. Las comunidades que históricamente han sido explotadas y marginadas suelen recibir una compensación injusta por sus contribuciones culturales, mientras que las corporaciones y los intermediarios obtienen ganancias significativas.

La resistencia a la mercantilización de la cultura ha dado lugar a movimientos de base que buscan proteger y promover la diversidad cultural. El activismo cultural, la educación y la sensibilización son herramientas importantes para contrarrestar los efectos nocivos de la comercialización. Las políticas culturales que protejan a estas, así como el apoyo a las industrias culturales locales, son fundamentales para preservar la autenticidad y la vitalidad de las expresiones culturales.

Esto no solo afecta la autenticidad y la diversidad cultural, sino que también plantea interrogantes sobre la propiedad intelectual y los derechos culturales. En muchos casos, las prácticas culturales tradicionales se convierten en productos comercializables sin el consentimiento o la compensación adecuada de las comunidades de origen. Esto plantea serias preocupaciones éticas y legales sobre quién tiene el derecho de beneficiarse económicamente de la cultura y quién tiene la responsabilidad de proteger y preservar las expresiones culturales.

Un ejemplo destacado de este fenómeno es el debate en torno al uso de conocimientos tradicionales indígenas en la industria farmacéutica y cosmética. Muchas empresas han patentado productos derivados de plantas y prácticas medicinales indígenas sin reconocer ni compensar a las comunidades que han mantenido estos conocimientos durante generaciones. Este tipo de apropiación cultural no solo priva a las comunidades indígenas de los beneficios económicos, sino que también socava su autonomía y soberanía sobre sus propios recursos y conocimientos.


Asimismo, la mercantilización puede dar lugar a la homogeneización cultural, donde las expresiones culturales se estandarizan para adaptarse a los gustos y las demandas del mercado global. Esto puede resultar en la pérdida de la diversidad cultural y en la marginalización de la misma y las perspectivas no conformes con el paradigma dominante. Las culturas minoritarias y subalternas corren el riesgo de ser absorbidas o relegadas a un segundo plano en un mundo donde el valor cultural se mide cada vez más en términos de rentabilidad económica.

El surgimiento de plataformas digitales y redes sociales ha ampliado aún más el alcance y la influencia de la mercantilización de la cultura. Si bien estas plataformas pueden servir como medios poderosos para compartir y promover la diversidad cultural, también pueden crear estereotipos y desigualdades culturales. El algoritmo detrás de muchas de estas plataformas tiende a favorecer el contenido popular y comercialmente viable, lo que puede limitar la visibilidad de expresiones culturales menos convencionales o rentables.

La mercantilización también puede tener un impacto negativo en la creatividad y la innovación cultural al enfocarse en la reproducción de fórmulas probadas en lugar de fomentar la experimentación y la exploración artística. Las presiones del mercado pueden llevar a los creadores culturales a priorizar el éxito comercial sobre la autenticidad y la originalidad, lo que puede resultar en la producción de obras superficiales y carentes de significado cultural profundo.

A pesar de estos desafíos, existen iniciativas y movimientos que buscan resistir y revertir la mercantilización de la cultura. El movimiento de cultura libre, por ejemplo, aboga por la creación, distribución y acceso abiertos a obras culturales, promoviendo la colaboración y el intercambio en lugar de la exclusividad y la propiedad privada. Del mismo modo, el reconocimiento y la protección de los derechos culturales en instrumentos legales nacionales e internacionales son pasos importantes hacia la garantía de que todas las personas tengan la libertad de participar en la vida cultural de su elección y de salvaguardar la integridad de sus expresiones culturales.


Ejemplo de campaña éticamente cuestionable
Parque Xcaret - Los voladores de Papantla

Como bien se sabe, Xcaret es un emblemático destino ubicado en la Riviera Maya. Este parque tiene un enfoque cultural, natural e histórico. Con una gran cantidad de atracciones, siendo una de estas Los Voladores de Papantla.
En esta atracción se rinde homenaje a una tradición de la cultura totonaca, donde la leyenda dice que durante un devastador período de sequía, los sabios totonacas encomendaron a cinco jóvenes la tarea de honrar a los dioses. Estos jóvenes buscaron el árbol más alto del monte y realizaron una ceremonia desde su punto más alto. Se cree que las oraciones son mejor escuchadas por las deidades desde lo alto.
En Xcaret el lugar donde se realiza esta práctica, se puede observar que en vez de un poste de madera como menciona la tradición, se encuentra un poste de cemento, además de que los que realizan la actividad no son hijos de la comunidad, llamados "Los Hijos del Viento", donde se dice que son los únicos que pueden realizar la práctica. Esto se podría considerar una falta de respeto hacia la cultura totonaca, además de que se podría considerar apropiación cultural.

Conclusión y opinión

En un mundo cada vez más interconectado, la mercantilización de la cultura plantea desafíos significativos para la preservación de la diversidad cultural y la dignidad humana. Si bien es difícil evitar completamente la comercialización en un entorno económico globalizado, es crucial adoptar enfoques que valoren y respeten cada expresión cultural. Al fomentar el diálogo intercultural, la participación comunitaria y la justicia económica, podemos trabajar hacia un futuro donde la cultura no sea simplemente una mercancía, sino un puente que conecta y enriquece a la humanidad.

Por eso es que con este artículo se invita a la audiencia a reflexionar sobre este tema y empezar a generar conciencia sobre la importancia de proteger las culturas a la vez que se pueden aprovechar para darlas a conocer mediante el turismo y ayudar a las comunidades locales a generar ingresos para que puedan tener más oportunidades de desarrollarse manteniendo las culturas intactas sin llegar a una apropiación cultural o perdida de la misma.

Referencias bibliográficas

https://biblio.flacsoandes.edu.ec/libros/digital/52924.pdf

https://digitalcollections.sit.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=3756&context=isp_collection 

 www.scielo.org.mx

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